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Los raspadores de cerdo se utilizan para quitarles el pelo después de que se los ha escaldado. Para hacerlo, agarre el raspador con ambas manos y, haciendo bastante presión, raspe el animal desde el frente de los costados hasta la cola. El raspador debe inclinarse en dirección contraria a la del movimiento del mismo. El raspado de las piernas y la cabeza se hace de manera parecida. Puesto que tanto las piernas como la cabeza son las partes
más difíciles de raspar, deben hacerse lo más pronto posible luego del escaldado. Las áreas rugosas deben estirarse para facilitar la operación. Si el pelo resulta difícil de quitar, lo más probable es que el cerdo no fue escaldado lo suficiente. Después de que el cerdo ha sido raspado y lavado con agua caliente, el raspador debe
empujarse con fuerza contra la piel húmeda del cerdo hasta que quede plano, para crear la succión necesaria que arrastre la mugre cuando se levante. El raspador se puede afilar con suma facilidad, ya sea con una lima o con una piedra esmeril. Un filo áspero es más aconsejable.